ARTÍCULO ORIGINAL. Volumen 10 – Número 1 – Mayo 2007
EL SEDENTARISMO, UNA REALIDAD EN NUESTROS PACIENTES CON HIPERCOLESTEROLEMIA FAMILIAR
Bes. M, León. M, Cordero. A, Luengo. E, Civeira. F, Brun. D, Laclaustra. M, , Casasnovas. JA
SEDENTARY, A REALITY IN OUR PATIENTS WITH FAMILIAL HIPERCHOLESTEROLEMIA
DIRECCIÓN POSTAL: Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa. Avda. San Juan Bosco SN. Unidad de Investigación Cardiovascular. Secretaria de Cardiovascular. 1º planta. C.P. 50009
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Direccion de correo electrónico: mariabes@unizar.es
ABREVIATURAS Y ACRONIMOS:
AF: Actividad física
HF: Hipercolesterolemia familiar
HDL: Lipoproteínas de alta densidad
IPAQ: Cuestionario internacional de actividad física.
RESUMEN/ABSTRACT :
OBJETIVO: Analizar los niveles de actividad física (AF) en pacientes diagnosticados de hipercolesterolemia familiar (HF) e identificar las limitaciones y dificultades que encuentran para realizarla.
PACIENTES Y MÉTODOS: 33 pacientes (18 varones y 15 mujeres) diagnosticados de HF, edad media de 42 (DS) años y pertenecientes a medio rural y urbano. Se evaluó mediante cuestionarios autoaplicables el nivel de AF así como las limitaciones que encuentran para mantener una vida activa.
RESULTADOS: se observó un predominio estadísticamente significativo del tiempo de sedestación frente al de AF, más acusado en mujeres que en hombres; los niveles de AF eran inferiores en mujeres. El tipo de AF predominante era la de intensidad moderada (3 – 6 Mets). El total de AF realizada a la semana no llega a los mínimos establecidos por las recomendaciones de prevención cardiovascular en un 78.8 % de la muestra, siendo estadísticamente significativo mayor en mujeres que en varones, y en el medio rural que en el urbano. El nivel de conocimiento de su patología podría considerarse medio – bajo, al igual que la información recibida. La falta de tiempo e inconstancia fueron señalados como los principales factores limitantes.
CONCLUSIONES: Los resultados evidencian el bajo nivel de actividad física en los pacientes que tienen HF, poniendo de manifiesto la necesidad urgente de diseñar y llevar acabo medidas de actuación multidisciplinares encaminadas a modificar estos hábitos.
OBJECTIVE: To analyze the levels of physical activity (PA) in patients diagnosed of familial hypercholesterolemia (HF) and to identify the limitations and difficulties that they have to make it.
PATIENTS and METHODS: 33 patients (18 men and 15 women) diagnosed of HF, average age of 42 (SD) years, from rural and urban areas. Levels of PA and limitations that find to maintain an active life was evaluated with self reported questionnaires.
RESULTS: A statistically significant predominance of the time of detestation was observed opposed to PA, more accusing in women than in men; levels of PA were inferior in women. The most frequent type of PA was moderate intensity (3 – 6 Mets). The total of PA made in a week did not achieve the minimums established by the recommendations of cardiovascular prevention in 78.8 % of the sample, being statistically higher in women than in men, and in rural areas compared to urban areas. The level of knowledge about their disease could be considered average – low, as well as the received information. The lack of time and inconsistency were recognised as the main limiting factors.
CONCLUSIONS: The results demonstrate the low level of physical activity in patients with familial hypercholesterolemia, showing the urgent necessity to design and perform multidiscipline issues directed to modify this habits .
PALABRAS CLAVE: actividad física, ejercicio físico, hipercolesterolemia familiar, sedentarismo.
Physical activity, exercise, Hypercholesterolemia Familial, Sedentary.
INTRODUCCIÓN:
Es conocido que los estilos de vida juegan un papel determinante en nuestra salud. Los hábitos poblacionales son determinantes de la morbilidad presente, y pueden modular la prevalencia de las principales causas de muerte 1 . Un componente de los estilos de vida lo constituye la actividad física, o definido por su ausencia, el sedentarismo 2-3 , que se ha convertido en una de las principales causa de riesgo de muerte prevenible 4 – 8 . Un estudio mundial sobre la Carga Global de Enfermedad (Global Burden of Disease Study) 9 , apunta al sedentarismo como la octava causa de muerte en el mundo suponiendo un 1% de la carga total de enfermedad.
En mayo del 2004, la 57º Asamblea Mundial de la Salud aprobó la Estrategia Mundial de la Organización Mundial de la Salud sobre Régimen Alimentario, Actividad Física y Salud, donde se promulgan medidas que favorezcan una mejor alimentación y una vida activa 10-11 . Las guías de prevención cardiovascular recomiendan acumular al menos 30 minutos de actividad física de intensidad moderada (60 – 75% de la frecuencia cardiaca máxima 12 13 todos casi todos los días de la semana 2 3 6 14 , no existen recomendaciones concretas en hipercolesterolemia familiar (HF), y son escasos los estudios realizados con este grupo de pacientes.
La HF heterocigótica es, una de las enfermedades hereditarias más frecuentes en la población. Su transmisión es autonómica dominante. Estos pacientes presentan concentraciones de colesterol en plasma elevadas varias veces por encima de las cifras consideradas como óptimas, situación que se asocia a un riesgo aterosclerótico muy elevado en ausencia de un tratamiento adecuado.
La actividad física continuada y regular, aporta una serie de beneficios genéricos en el control de las enfermedades cardiovasculares así como en la corrección de algunos de sus factores de riesgo 7 15 16 . En la población general, ayuda a mantener el peso, disminuye los niveles de colesterol y triglicéridos, y aumenta los del colesterol HDL, y favorece el control glucémico y de la presión arterial. En relación con el entrenamiento cardiorrespiratorio 17 , la actividad física garantiza el establecimiento de circulación de suplencia en distintos territorios, incluido el coronario, cuando una estenosis aterosclerótica se establece lentamente 17 . Este aspecto puede suponer un importante beneficio para los pacientes que nos ocupan 18 19
Las personas que tienen HF pueden con siderarse un modelo muy interesante de pacientes con riesgo cardiovascular moderado en los que necesariamente deberían emprenderse recomendaciones de actividad física. Aunque son escasos los estudios sobre ejercicio físico realizados con este grupo de pacientes, se ha observado que la condición fisica es un predictor importante de eventos cornarios en HF 20 . La observación diaria, en la muestra de sujetos de la consulta de lípidos, refleja que los niveles de actividad física de estos pacientes están muy por debajo de las recomendaciones. Consideramos que el consejo médico simple está siendo poco eficaz y por lo tanto existen otras causas en relación con el fracaso en el cambio de hábitos. Con la hipótesis de que los pacientes afectos de HF no cumplimentan adecuadamente las recomendaciones a cerca de la actividad física realizamos el presente estudio para analizar los niveles de actividad física de estos pacientes e identificar las limitaciones o dificultades que encuentran para realizarla.
SUJETOS, MATERIALES Y MÉTODOS:
La investigación se llevó a cabo en la Unidad de Investigación Cardiovascular del Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa de Zaragoza, perteneciente al Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud, en conexión con la Unidad de Lípidos del mismo hospital.
Se encuestó a una muestra de 33 pacientes. Dichos sujetos fueron seleccionados consecutivamente, durante un periodo de dos meses, al presentar diagnóstico genético positivo para hipercolesterolemia familiar, que fue realizado en la Unidad de Lípidos donde fueron remitidos para su valoración. Utilizamos los cuestionarios internacionales de actividad física (IPAQ) 21 en su formato telefónico (autoaplicable con la supervisión de un investigador) para evaluar los niveles de actividad física de los participantes con preguntas referentes al tipo de actividad realizada (vigorosas, moderadas, caminar, estar sentado), el tiempo destinado a las mismas (diaria y semanalmente) y la frecuencia (días a la semana).
Para la evaluación de las dificultades que los pacientes encuentran en incluir la actividad física en su vida, elaboramos un cuestionario propio cuyos ítems aparecen enumerados en la tabla 1 y los cuales podemos agrupar en dos apartados: el primero referente al conocimiento y la educación que el paciente tiene sobre la necesidad de una vida activa, y el segundo en relación con las limitaciones que encuentra el paciente.
Ambos cuestionarios se diseñaron de manera que fueran autoaplicables, aunque contando con el apoyo del entrevistador. Tras la entrevista en la que se recogían los datos se procedió un consejo básico sobre actividad física.
RESULTADOS:
De los 33 sujetos, 18 fueron varones y 15 mujeres, con una edad media de 42 años (41 años en hombres y 42 años en mujeres). La muestra se distribuye entre el medio urbano (51,5%) y el rural (48,5%).
La primera aproximación a los datos muestran un predominio estadísticamente significativo del tiempo de sedestación (31,3 h/sem) frente al de AF en general (15,8 h/sem) sin distinguir el tipo de actividad (test de Wilcoxon P = 0,005*). Esta diferencia de horas entre sedestación y actividad es más acusada en mujeres (37,5 frente a 9,7 h/sem; P =0,011* test de Wilcoxon) que en hombres (26,2 / 20,9 h/sem P = 0,199 test de Wilcoxon). Además, las mujeres realizan menos actividad física que los hombres (9,7 frente a 20,9 h/sem;) (Prueba de Mann – Whitney, P = 0,031*). Se debe de tener en cuenta en la lectura de estos datos, que el tiempo destinado a comer y a dormir por la noche no está incluido.

A pesar de las bajas cifras que presenta el grupo en relación a AF, el tipo más frecuente, es la actividad física moderada, sin que se incluya en la misma, el tiempo destinado a caminar.
Si comparamos la cantidad de actividad física moderada total a la semana que realizan los encuestados con las recomendaciones que aparecen en las guías, observamos que un 78,8% están por debajo del umbral recomendado (un 86,7% de las mujeres y un 72,2% de los hombres). En la figura 3 se representa el tiempo total de actividad física semanal en relación con la edad y el sexo y los umbrales recomendados.

Tabla 2: factores limitantes para la práctica de actividad física
Factor
|
% de respuestas
|
Tiempo | 33 |
Desconoce instalaciones | 3 |
Trabajo sedentario | 8 |
Trabajo activo | 7 |
No gusta | 3 |
Dolor | 5 |
No útil | 0 |
Contraindicado | 3 |
Inconstante | 10 |
No sabe como hacerlo | 3 |
DISCUSIÓN:
La principal aportación de este estudio es que la mayoría de los pacientes diagnosticados de HF no cumple las recomendaciones básicas mínimas de prevención de eventos cardiovasculares descritas en las guías. Este hecho es más preocupante al considerar que se trata de un colectivo con un riesgo cardiovascular elevado.
Los niveles de AF son bajos en ambos sexos, pero de manera más destacada en las mujeres. La edad no se presenta como una variable que incida en la cantidad de AF que realizan nuestros sujetos, como podríamos presuponer y como señalan otros estudios en los que se observa que el aumento de la edad va ligado a una disminución de los niveles de AF. 22
La disminución en la mortalidad por enfermedades cardiovasculares ha sido menor en el caso de las mujeres comparadas con los varones e incluso parece haber aumentado en el caso de las mujeres que tienen diabetes {Gu, Cowie, et al. 1999 #340} . La reducción de la mortalidad por enfermedades cardiacas entre 1979 y 2003 ha sido un 10% superior respecto a las mujeres y un dato llamativo es el hecho de que la reducción de la mortalidad extrahospitalaria por causas cardiacas se redujo llamativamente en los varones (2,4% cada año) y en las mujeres sólo se observó una reducción discreta (1,2% en total) 23 , ésto podría reflejar, de forma indirecta, que las medidas de prevención cardiovascular se han llevado a cabo más rigurosamente en los varones.
Existen diferencias relacionadas con el lugar de residencia, siendo la población del medio rural más sedentaria que la del urbano, a diferencia de los datos publicados en la encuesta de Salud del 2003, donde se refería exclusivamente a actividad física en el trabajo o actividad principal, y se encontraba una tendencia contraria, siendo en el medio urbano donde se encontraban niveles más bajo de actividad física. Más recientemente, un estudio que evaluó la prevalencia de síndrome metabólico en la provincia de Segovia demostró que había diferencias llamativas en la presencia de sus componentes en función de si los sujetos habían sido reclutados en el medio urbano o rural 24 .Concretamente, se observó mayor prevalencia de síndrome metabólico en el medio rural aunque la diferencia no fue estadísticamente significativa (20,3% frente a 15,5; P = 0,11). Unicamente la obesidad en los varones y la obesidad abdominal en las mujeres fueron significativamente más prevalentes en el medio rural.
En cuanto a las causas de esta situación, se encuentran que los niveles de conocimiento que poseen los pacientes son superficiales y en su conjunto escasos. No obstante, esto es así pese a que uno de cada tres pacientes reconoce haber sido informado de manera general e insistente por parte de su médico. Pese a ello, detectamos dos aspectos deficientes en esta labor informativa por parte de los profesionales de la salud. En primer lugar, la mayor parte solo recibieron una información puntual y un 18% ninguna información. Únicamente en un caso, se había prescrito ejercicio de manera individualizada y concreta. En segundo lugar, en los casos en que se informó persistentemente, la actuación fue ineficaz para cambiar los hábitos del paciente. Posibles razones de estos defectos en la actuación pueden ser: falta de formación para prescribir ejercicio físico adecuado a cada paciente, falta de tiempo y recursos.
Las dificultades de los pacientes más señaladas son la falta de tiempo y la inconstancia. Posiblemente, actividades programadas, dirigidas y con refuerzos positivos cada cierto tiempo podrían ser eficaces para combatir estas barreras. Es posible que resulten imprescindibles planteamientos diferentes adaptados a las preferencias por sexos.
Este estudio puede encontrarse limitado por el modesto tamaño muestral, y por ceñirse a un tipo específico de pacientes. Sin embargo, los pacientes elegidos llevan una vida completamente normal, sin restricciones derivadas de su enfermedad más allá de cierta dieta, por lo que pueden representar al individuo medio, con la peculiar característica de haber sido expuestos a consejo médico frecuente.
Esta peculiaridad hace que el estudio llevado a cabo sea relevante. No existen publicaciones referentes a actividad física en estos pacientes. La mayor parte de los artículos publicados, fueron realizados en población general y analizan los niveles de actividad física en tiempo libre ó tiempo laboral. En ninguno de ellos hemos encontrado datos referentes a este colectivo ni al tiempo total destinado a la práctica de ejercicio y/o actividad física en su vida diaria. El análisis de los factores de riesgo de cerca de 5.000 trabajadores de una única empresa desveló que casi la mitad de ellos tenían un estilo de vida sedentario 25
Es posible que exista una falta de concienciación del paciente, y que no perciba como inconveniente el hábito sedentario. La información que reciben estos pacientes debe ser clara y continua, se debe educar al paciente, y convencerlo de la necesidad de cambiar sus hábitos. Así mismo esta información parece necesario que se difunda en primera instancia desde la consulta donde se hace el control y seguimiento de la enfermedad. Postulamos que la deficiente formación que posee el sector sanitario limita la acción e impide que sea clara y exhaustiva. Sería muy conveniente ofrecer al paciente la posibilidad de una prescripción de ejercicio individual y personalizado, así como un seguimiento en el tiempo. Por este motivo una primera intervención debiera ir enfocada a la formación del sector sanitario.
La confección de folletos informativos, así como la posibilidad de impartir charlas informativas a los pacientes son recursos que no debemos dejar a un lado y que andarían de la mano impulsando estas medidas de intervención.
Con el apoyo institucional, y en el día a día de la consulta se debe lograr que los pacientes que padecen hipercolesterolemia familiar, se conciencien de la necesidad de incrementar los niveles de actividad física en su vida.
A pesar de los evidentes beneficios que aporta la actividad física, las prácticas de la población están muy lejos de las deseadas. Según la encuesta nacional de salud del 2003, que ofrece datos referentes al ejercicio físico en el trabajo o en la actividad principal, un 79,16% de la población, pasa su jornada sentado o sin realizar grandes esfuerzos ni desplazamientos, y este porcentaje es mayor en mujeres que en hombres. Estos datos sugieren la necesidad de aumentar la práctica de actividad física en tiempo de ocio si se pretende conseguir un estilo de vida activo. Más recientemente, el registro MESYAS ha demostrado que los trabajadores que realizan funciones manuales (maquinaria, almacen, cadena de montaje, ect…) eran los que presentaban un perfil cardiovascular más desfavorable, mayor sobrepeso, obesidad y síndrome metabólico 26 lo que demuestra que la progresiva instrumentalización de la producción ha llevado a la reducción de la actividad física en el trabajo. Un estudio en el que se compara la población española, con respecto al resto de Europa en cuanto a niveles de actividad física y actitud hacia la misma 1 revela datos preocupantes: España no solo presenta niveles de actividad física por debajo de los europeos, sino que la actitud es peor, por lo que hay una mala predisposición para cambiar el hábito sedentario.
CONCLUSIONES:
En conclusión los resultados de nuestro trabajo no hacen más que evidenciar la realidad sedentaria de la población, poniendo de manifiesto la necesidad urgente de diseñar y llevar acabo medidas de actuación multidisciplinares encaminadas a provocar el cambio de los hábitos con el objetivo final de mejorar la calidad de vida de los sujetos .
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Notes: GENERAL NOTE: PIP: TJ: AMERICAN JOURNAL OF EPIDEMIOLOGY
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Notes: CORPORATE NAME: Investigadores del registro MESYAS.
LEYENDA DE FIGURAS
Figura 1: Comparación entre hombres y mujeres del tiempo de actividad física – sentado en una semana (horas).
AF: Actividad física
Figura 2: Comparación hombres mujeres tiempo destinado a cada tipo de actividad física a la semana.
Activ: Actividad
Figura 3: Tiempo total de actividad física a la semana en referencia a las recomendaciones
Figura 4: Seguimiento recomendaciones mínimas básicas por lugar de residencia (rural – urbano)
Figura 5: Conocimiento por sexo referente a los beneficios vida activa y problemática vida sedentaria.
Figura 6: Conocimiento por sexo referente al tipo de actividad, duración, frecuencia e intensidad.
Figura 7: Información recibida por el paciente.
Conocimiento | Limitaciones |
Beneficios de la vida activa | Trabajo |
Complicaciones de la vida sedentaria | Instalaciones |
Información | Tiempo |
Actividades | No le gusta hacer ejercicio físico |
Frecuencia, intensidad y duración | Dolores, contraindicaciones. |
Aumento individual de actividad física | Falta de constancia |
TABLA 1: Tabla resumen de los ítems del cuestionario dificultades de inclusión de actividad física.