revista ARTÍCULO ORIGINAL. Volumen 10 – Número 1 – Mayo 2007

INFLUENCIA DEL SEXO EN EL SÍNDROME CORONARIO AGUDO DE ALTO RIESGO TRATADO CON INTERVENCIONISMO CORONARIO PERCUTÁNEO. SUBÁNALISIS DE UN ESTUDIO PROSPECTIVO Y RANDOMIZADO

Galache Osuna JG, Sánchez-Rubio Lezcano J, Moreno Ambroj C et al

GENDER INFLUENCE ON PROGNOSIS FOR HIGH-RISK ACUTE CORONARY SYNDROMES TREATED WITH PERCUTANEOUS CORONARY INTERVENTION. SUBANALYSIS OF A PROSPECTIVE AND RANDOMIZED STUDY


CENTRO 

Servicio de Cardiología.

Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza.

AUTOR PARA CORRESPONDENCIA

José Gabriel Galache Osuna.
Unidad de Hemodinámica y Cardiología Intervencionista.
Servicio de Cardiología. Hospital Universitario Miguel Servet.
Pº Isabel la Católica 1-3. 50009. Zaragoza. España
Tlfno: 976537382. E-mail: galaruiz@comz.org

RESUMEN

Introducción y objetivos.

Las mujeres son una población con elevada morbimortalidad cuando sufren un síndrome coronario agudo. Sabemos por análisis recientes que el intervencionismo coronario podría tener peores resultados que en los hombres. El objetivo de este trabajo ha sido comprobar qué es lo que ocurre en nuestro medio.

Métodos. Durante un periodo de inclusión de un año se recogieron de manera consecutiva todos los pacientes afectos de síndrome coronario agudo (SCA) que fueron sometidos a intervencionismo coronario percutáneo y que recibieron tratamiento coadyuvante con abciximab (ABX) durante el procedimiento. Se analizaron y compararon en función del sexo todas las variables: epidemiológicas, clínicas, complicaciones vasculares y la evolución a corto-medio plazo.

Resultados. Se incluyeron 137 pacientes con SCA sometidos a revascularización percutánea bajo tratamiento con ABX. El 18,2% de los pacientes fueron mujeres. Las mujeres eran mayores (10 años de media) con respecto al grupo de los hombres y con mayor porcentaje de diabetes mellitus (44% vs 27,5%). No aparecieron diferencias significativas en los hallazgos angiográficos ni en el procedimiento intervencionista, salvo el menor número de lesiones tratadas por paciente en las mujeres ( 1,64±0,31 vs 1,91±0,45) y el menor diámetro de los stents (2,99±0,39 vs 3,20±0,57).

La incidencia de eventos cardiacos mayores totales en las mujeres fue del 24%, frente al 3,6% en los hombres en el seguimiento a 6 meses (incluso cuando se ajustó por edad).

Conclusiones. El ser mujer parece ser un factor independiente de mal pronóstico a corto-medio plazo en pacientes con síndrome coronario agudo de alto riesgo sometidas a angioplastia coronaria.

ABREVIATURAS

ABX: Abciximab.
ICP: Intervencionismo coronario percutáneo.
MACE: Evento adverso cardiaco mayor.
SCASEST: Síndrome coronario agudo sin elevación de ST.
SCACEST: Síndrome coronario agudo con elevación de ST.

INTRODUCCIÓN

Las mujeres son una población con gran morbimortalidad hospitalaria y a corto plazo cuando sufren un SCA [1] (síndrome coronario agudo). La mortalidad puede incrementarse en el contexto del IAM [2] hasta 4 veces en el sexo femenino [3] . Entre las causas observadas están: la mayor aplicación de terapia conservadora [4] o el retraso en la aplicación del tratamiento [5] , [6] (en fase aguda del IAM) y otros factores relacionados de forma intrínseca con el sexo[7] .

La creencia de una teórica menor eficacia del tratamiento de revascularización percutáneo [8] , [9] y la mayor incidencia de complicaciones vasculares, ha limitado notablemente la aplicación del tratamiento más adecuado en estas pacientes. No obstante, muchos estudios han demostrado la igualdad de la eficacia del tratamiento de revascularización en mujeres respecto a los varones, en el contexto del SCA con [10] y sin elevación del segmento ST [11] , [12] .

La mejora en los resultados del intervencionismo coronario percutáneo (ICP) ha sido una constante desde sus inicios. Los avances en cuanto a procedimientos y materiales han ido acompañados de un notable desarrollo en la terapia farmacológica periprocedimiento. El uso de abciximab (ABX), anticuerpo humano-murino (c7E3 Fab) que inhibe la agregación plaquetaria actuando selectivamente contra los receptores de la glicoproteína IIb-IIIa [13] , ha sido uno de los mayores avances, con una eficacia demostrada en el intervencionismo de pacientes con alto riesgo [14] , lesiones complejas o multistent [15] , en el contexto del infarto agudo de miocardio [16] , diabéticos [17] , lesiones con contenido trombótico, etc. La eficacia del fármaco ha sido demostrada a corto plazo, reduciendo las complicaciones trombóticas,[18] y a medio-largo plazo [19] .

El bajo porcentaje de mujeres incluidas en la mayoría de los ensayos y registros sobre IAM, y más concretamente de mujeres ancianas, ha motivado la realización de este trabajo. El objetivo ha sido tratar de conocer la evolución en nuestro medio de las mujeres que ingresan por un SCA de alto riesgo (con y sin elevación de ST) en un hospital terciario con disponibilidad de ICP. Si bien, todo ello realizando un análisis de un estudio randomizado en el que se seleccionaron pacientes con SCA de alto riesgo tratados con ICP y en los que se utilizó abciximab de forma intravenosa o intracoronaria.

METODOS

El periodo de inclusión fueron los once primeros meses del año 2004, recogiéndose de manera consecutiva todos los pacientes afectos de síndrome coronario agudo (SCA) y que fueron sometidos a intervencionismo coronario percutáneo; todos ellos recibieron además tratamiento coadyuvante con ABX durante el procedimiento intervencionista. Los criterios de inclusión fueron: SCA con o sin elevación de ST en el que estuviese indicado el uso de ABX y la obtención del consentimiento informado por parte del paciente.

Los criterios de exclusión fueron: a) imposibilidad de implante de stent, b) shock cardiogénico, y c) contraindicación para el uso de ABX: sangrado activo, ACV hemorrágico en los 2 años previos, traumatismo o cirugía intrarraquídea o intracraneal reciente, cirugía mayor reciente (2 meses), neoplasia intracraneal, aneurisma o malformación arteriovenosa, diátesis hemorrágica o hipertensión no controlada, trombocitopenia previa, vasculitis, retinopatía diabética/hipertensiva e insuficiencia hepática o renal severas.

La indicación de ABX se realizó según las Guías de Práctica Clínica en Intervencionismo Coronario Percutáneo de la Sociedad Europea de Cardiología [20] : 1) antes de la ICP en el SCASEST en pacientes de alto riesgo, 2) pacientes de alto riesgo con anatomía conocida 24 horas antes del procedimiento intervencionista, 3) todas las ICP primarias, sobre todo en pacientes de alto riesgo, y 4) en la angina estable en: lesiones complejas, amenaza u oclusión del vaso, trombo visible, flujo lento o fenómeno de no reflujo, angioplastia multistent y en diabéticos.

En el estudio se aleatorizó la vía de administración del bolo inicial a intracoronario o intravenoso mediante una tabla de números aleatorios que adjudicaba la vía de administración del fármaco. Se utilizó un enmascaramiento doble ciego, ya que el paciente y el cardiólogo clínico que realizó el seguimiento desconocían a qué grupo pertenecía. Así mismo, el hemodinamista que realizó el ICP también desconocía previamente al procedimiento la vía de administración del ABX.

Los pacientes incluidos fueron tratados con una dosis estándar inicial de 0,25mg/Kg, por vía intracoronaria o intravenosa, continuándose en ambos grupos con una perfusión intravenosa equivalente a 0,125 microgramos/Kg/minuto durante 12 horas.

Todos los procedimientos se realizaron con un mínimo de 50 unidades/Kg IV de heparina no fraccionada y antiagregación con ácido acetil salicílico (AAS) y clopidogrel. Cuando los pacientes no recibían estos antiagregantes con anterioridad, se les administraba en la sala 500mg de AAS y/o una dosis de carga de 300mg de clopidogrel. El tratamiento con AAS se mantuvo de forma indefinida y el clopidogrel un mínimo de 6 meses.

El acceso vascular fue por vía radial o femoral, y en estos últimos en el 96% de los casos se utilizaron dispositivos hemostáticos de sellado. El éxito angiográfico fue definido como la obtención de una estenosis residual inferior al 30%.

Además, una vez completado el estudio y sin ser uno de los “end points” primarios del mismo, realizamos un subanálisis de dos grupos en función del género del paciente y comparamos factores de riesgo y signos clínicos, hallazgos angiográficos, variables del procedimiento intervencionista y el seguimiento clínico. Analizamos la incidencia de eventos cardiacos mayores (MACE) definidos como muerte, infarto no fatal o necesidad de nueva revascularización en el seguimiento. También comprobamos en ambos grupos la incidencia de complicaciones vasculares mayores.

El seguimiento clínico se realizó mediante entrevista personal o llamada telefónica a partir de los 6 meses de la inclusión del último paciente.

Como complicaciones vasculares mayores derivadas del procedimiento y/o de la utilización de ABX se consideraron: hemorragia grave (aquella que produjese muerte, localización intracraneal u ocular o bien un descenso en la hemoglobina sérica mayor de 5 gr/dl o del 15% del hematocrito) , oclusión vascular aguda o subaguda, necesidad de transfusión o gran hematoma en zona de acceso (>6cm) que precisara transfusión o reparación quirúrgica, la evidencia clínica de isquemia y el sangrado retroperitoneal.

Estadística

El análisis estadístico se realizó con el paquete estadístico proporcionado por el programa SPSS. Las variables continuas se expresaron como media y desviación estándar utilizando para su comparación el test de la t de Student. Las variables categóricas fueron expresadas como porcentaje utilizándose el test de la X2. La U de Mann Whitney fue utilizada para la comparación de variables cuando no se podían emplear los otros estadísticos.

Se analizó mediante curva de Kaplan-Meier y método actuarial la supervivencia libre de eventos en ambos grupos, utilizando el test de Log Rank para la comparación de curvas de supervivencia. Los intervalos de confianza se realizaron al 95% y se consideró como nivel de significación valores de p inferiores al 5%.

RESULTADOS

Un total de 137 pacientes con SCA y sometidos a revascularización percutánea bajo tratamiento con ABX fueron incluidos en el estudio . De ellos 112 fueron hombres y 25 mujeres, lo que representa un 18,2% de los pacientes del estudio. Las características clínicas de ambos sexos se recogen en la tabla 1. Es preciso destacar la diferencia de edad media entre ambos grupos (10 años más de media en el grupo de hombres que en el de las mujeres) y también el elevado porcentaje de pacientes diabéticas (44%), si bien no llega a tener significación estadistica respecto al grupo de los varones. El número de pacientes sometidos a intervencionismo y afectos de SCACEST fue similar en ambos grupos y ligeramente superior al 40%, lo que traduce una elevada incidencia de infarto agudo en los pacientes del estudio. En el grupo de las mujeres no se llevó a cabo ningún procedimiento de angioplastia de rescate. Aunque en conjunto, sumando los procedimientos de angioplastia de rescate y angioplastia primaria (ligeramente más frecuente en las mujeres), resulta que el número de procedimientos realizados en fase aguda del IAM es muy similar entre ambos sexos.

La indicación de intervencionismo coronario de los pacientes con SCACEST fuera de la fase aguda (primaria o rescate) fue por presentar al menos un criterio de mal pronóstico a corto-medio plazo: disfunción ventricular severa, isquemia silente, sospecha de enfermedad multivaso o isquemia precoz o extensa en la prueba pronóstica. El tiempo medio transcurrido desde el SCACEST hasta el procedimiento fue algo superior a 5 días.

El SCASEST fue el motivo de ingreso del 57% de los pacientes del estudio, con un porcentaje similar en ambos géneros.

Los hallazgos angiográficos se recogen en la tabla 2. El número de vasos enfermos por paciente (2,13 vs 1,96 en mujeres) y el número de lesiones complejas tratadas, definidas como tipo B2 o C según la clasificación de la ACC/AHA, también fue similar entre ambos sexos (75,9% vs 69,5%). La presencia de trombo angiográficamente visible fue del 33% en grupo de los hombres frente al 19,5%, aunque sin llegar a alcanzar significación estadística.

La vía de administración de ABX fue IC únicamente en el 40% de las mujeres frente al 54,5% de casos en el grupo de los hombres, aunque esta diferencia tampoco llega a ser estadísticamente significativa.

El éxito angiográfico del procedimiento intervencionista fue similar en ambos grupos y superior al 97,5%. Los aspectos más relevantes se recogen en la tabla 3. La revascularización completa se consiguió en el 68,8% de los varones frente al 54,2% de las mujeres, sin diferencia estadística. Sí encontramos diferencias estadísticas en el número de lesiones tratadas por paciente ( 1,91 vs 1,64 en las mujeres con p menor de 0,05) y en el diámetro del vaso (3,20 mm en los hombres frente a 2,99 en las mujeres con p significativa). No se registró ningún caso de oclusión aguda.

Se produjo en cada grupo una complicación vascular mayor, con necesidad de intervención quirúrgica o transfusión.

Seguimiento clínico

Se completó el seguimiento clínico a 6 meses en la totalidad de los pacientes. El tiempo medio de seguimiento fue superior a un año (rango 6-21 meses). La incidencia de MACE total fue del 3,6% en el grupo de los hombres frente al 24% en el grupo de las mujeres. La distribución por eventos se recoge en la tabla 4. Se produjeron dos fallecimientos en el grupo de las mujeres (uno por insuficiencia cardiaca refractaria y otro por hemorragia cerebral a los 4 meses del procedimiento) y tres en el grupo de los hombres (uno por hematoma retroperitoneal, otro por ACV isquémico fatal y el tercero por shock cardiogénico).

El riesgo relativo de presentar eventos a los 6 meses en el grupo de las mujeres fue de 10,336 (IC 1,987–53,782). El riesgo relativo para el resto de las variables no fue significativo entre ambos grupos. Así mismo, cuando ajustamos introduciendo la edad como factor de confusión, comprobamos que el riesgo relativo de presentar eventos en el seguimiento era menor 6,790 (IC 1,254–36,785), pero seguía siendo notablemente significativo en el grupo de las mujeres. También obtuvimos resultados similares al ajustar para la presencia de diabetes mellitus.

Las curvas de supervivencia libre de eventos (MACE) para ambos grupos (figura 1), muestran una evolución mejor en el grupo de los varones, con diferencias significativas en el test de Log Rank ( c =13,75; p=0,002).

Cuando analizamos selectivamente el grupo de pacientes tratados con ICP en el contexto de un SCACEST, objetivamos que el porcentaje de eventos entre las mujeres con IAM doblaba al de los hombres (9,1% vs 4,5%), si bien no alcanzaba significación estadística, por el limitado tamaño de la muestra.

DISCUSIÓN

Con este trabajo hemos pretendido conocer cuál es la evolución actual de las mujeres que sufren un síndrome coronario agudo de alto riesgo y que son sometidas a un procedimiento intervencionista percutáneo. Existen muy pocos estudios específicos sobre este grupo de pacientes. La mayoría de la información actual procede de subestudios de grandes ensayos o registros multicéntricos, en los que las mujeres suelen tener escasa representación [21] .

Sabemos por estos trabajos, tanto antiguos como recientes, que las mujeres tienen una elevadísima morbimortalidad [22] , [23] , [24] cuando sufren un SCA. A pesar de los avances en el conocimiento de la fisiopatología de los síndromes coronarios agudos y su manejo con la mejora constante en el tratamiento coronario percutáneo de revascularización, tanto en los materiales (guías, stents de última generación, técnicas de imagen intracoronaria, etc) como en el tratamiento farmacológico adyuvante (inhibidores de agregación plaquetaria, anticoagulantes, etc), la mortalidad hospitalaria y a corto-medio plazo continúa siendo elevada en este grupo poblacional1,8, [25] . En nuestro análisis también hemos encontrado una peor evolución en función del sexo, con diferencias que son dramáticamente importantes en mortalidad y en la tasa de eventos totales, como recogemos en la tabla 3. Estos resultados son similares a los de otros trabajos consultados10,24 , si bien hay algún estudio en el que no encuentran diferencias de género11.

Otra causa dependiente del paciente sería la edad, y aunque la morbimortalidad de pacientes sometidos a procedimientos percutáneos de revascularización es peor cuanto mayor es el individuo, los resultados en cuanto al pronóstico son claramente mejores que cuando se les priva de estos tratamientos más agresivos [26] . No obstante, en nuestro trabajo, cuando ajustamos en el análisis de regresión logística según posibles factores de confusión como la edad o la presencia de diabetes mellitus, comprobamos que el factor sexo sigue siendo la única variable independiente de mal pronóstico.

Las posibles etiologías ligadas al sexo femenino que se documentan en la bibliografía incluyen: por un lado el conocimiento de que las mujeres, y sobre todo las de mayor edad, tardan más en acudir a los servicios de urgencias que los hombres y por otro que presentan cuadros de dolor más atípicos, a lo que se suma una peor expresión de los síntomas 24, [27] , [28] . Además, la presencia de diabetes mellitus es más frecuente en las mujeres que en los varones, tal como se recoge en nuestro trabajo y de forma clásica en la literatura [29] .

El sexo femenino es también un factor predictor de mortalidad en pacientes con IAM, como se reporta en la mayoría de los trabajos consultados7,9,24, aunque no en todos11,29. Posiblemente el mejor tratamiento de reperfusión para mujeres en fase aguda del IAM sea la angioplastia primaria o rescate, por el menor riesgo de sangrado y la mayor efectividad demostrada en esta población 10, [30] , [31] , aunque existe algún trabajo en el que se asocia la angioplastia en fase aguda del IAM a una mayor mortalidad en el seguimiento [32] . Dentro de este contexto nosotros también hemos observado que las mujeres doblan a los hombres en cuanto al porcentaje de eventos. No obstante, el número de mujeres que llegan a recibir angioplastia primaria sigue siendo hoy día tan bajo que no se pueden extraer conclusiones definitivas.

Limitaciones

Se trata de un subanálisis de un estudio prospectivo y randomizado con unos objetivos y variables principales distintos de los que hemos estudiado en nuestro subanálisis, lo que supone una gran limitación inherente a este tipo de trabajos. No obstante, creemos que refleja bastante fielmente lo que ocurre en nuestro medio en cuanto a la evolución y manejo de mujeres con SCA de alto riesgo y sometidas a un procedimiento coronario percutáneo de revascularización.

Serían necesarios estudios prospectivos y randomizados en este grupo selectivo de pacientes para confirmar estos resultados.

CONCLUSIONES

El ser mujer es un factor independiente de mal pronóstico a corto-medio plazo en pacientes con síndrome coronario agudo de alto riesgo y sometidas a angioplastia coronaria. Debemos tratar de optimizar al máximo el tratamiento en este tipo de pacientes para mejorar su evolución.

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